Pero si alguien les anuncia un evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, que caiga sobre él la maldición de Dios, no importa si se trata de mí mismo o de un ángel venido del cielo. Gl 1:8

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Cátedra del 17 de diciembre de 1950

 

(Realizada en el Cerro del Atache en Taxco Guerrero.)

 

 

 

El Ojo de mi divinidad entre vosotros y en esta alba de gracia, desciendo de lo infinito hasta tu humanidad para decirte: el silencio enciérrase en tu mismo interno, porque está en el reino del alma, el cual es invisible para los ojos materiales.

 

Si tú quieres encontrar el silencio del alma, tú mismo debes prepararte, porque recuerda, sólo los puros de corazón pueden entrar en él para que tu voluntad, sea absorbida por mi voluntad divina y así puedas estar en conciencia de santidad y mirar el santo lugar que está todo iluminado y allí puedas contemplar las tablas de la ley, para que las leas bien, porque en ellas están contenidos los veintidós mandamientos que los hombres siempre necesitan.

 

 

Vengo a sorprenderte, multitudes muy amadas y a decirte: ¿Hacia dónde llevas la cruz del cumplimiento que mi Hijo Jesús puso en tus hombros? ¿Y dónde está todo lo que mi divino Hijo te ha venido a enseñar? ¡Ah! en verdad os digo; es menester la preparación espiritual y te des cuenta, que yo, Jehová, en estos momentos estoy presente entre vosotros y en éste monte que le llamo: el “monte de la santidad”, en donde yo he puesto mis complacencias y los siete ángeles istéricos para que vosotros alcancéis a recibir su saturación máxima y puedas así cumplir con las enseñanzas que mi Hijo Jesús te ha dado.

 

Alza tus ojos, contempla el firmamento y en él veras mi rostro infinito, a quien tú llamas El Gran Jehová, quien en estos momentos ha descendido disminuyéndose en átomos de Potencia, para hablar a través del entendimiento humano.

 

Para venir a derramar mis maravillas en esta tierra prometida que es la segunda Jerusalén donde mi hijo está derramando las divinas luces de mi espíritu sacrosanto.

 

Más os digo: tú humanidad, no habéis sabido comprender la palabra del espíritu, porque la humanidad se ha encontrado en la constante rutina del ¿Por qué? quedándose perdida en las sombras de la noche, dispersándose, confundidos por distintos caminos, perdiéndose la unificación que os he dejado en él a través de los tiempos.

 

En todos los tiempos he venido a sorprenderte y en todos los tiempos, he preparado lugares para santificarlos con mis divinas manifestaciones, para que tú te recrees en mente y en espíritu y sepas entender que en todos los tiempos hay lugares santos, preparados por mi divinidad.

 

Los unos y los otros de entre el nuevo pueblo de Israel, han caminado confiados en su libre albedrío, no presentando ningún cumplimiento de unificación.

 

Y dícense ser espiritualistas, más en verdad Yo os digo que no lo son, por cuanto aquellos no han velado ni han orado.

 

Y si de vosotros queréis que reciba vuestra labor, haced un examen de conciencia en vuestro yo, y si habéis velado y si habéis orado y si vuestra conciencia no os reclama, de un mal cumplimiento, entonces podéis decirte: si, soy del nuevo pueblo de Israel. Y tu cumplimiento te será bendecido.

 

En este monte de la Santidad donde brilla un mismo Sol, donde el aire suave, acaricia tus mejillas, donde te estoy hablando y te digo; pueblo mío, toma en tus manos. Traigo un privilegio para ti, guárdalo bien, porque en este privilegio van las cosas que has menester, para que seáis felices y desciendas a tus casas con los dones espirituales porque esta es mi voluntad.

 

Y a vosotros pedestales y labriegos de todos los templos y muchedumbre en general, llevad todos mi luz, para que el camino incierto que vuestros pasos han llevado quede iluminado y llegues al final de la jornada en mi nombre que soy el Padre.

 

Alza tu vista hijo mío, y contempla la belleza de la vida que es toda amor, toda multiplicación y abundancia. Palpa con tus ojos a tu alrededor y contempla la maravilla de la naturaleza, cómo ha revestido los montes de verde esmeralda. Como se encuentra todo adornado como cascada diamantina que embellece toda la Tierra. Esta es la belleza del arte, de tu Padre Eterno que Soy Yo, el que te estoy hablando en estos instantes.

 

Yo estoy plasmado en todas las cosas y todas las cosas plasmadas en mí. Por eso, todas las cosas cumplen con una ley. Tú también estás cumpliendo con una ley. Esta ley es la ley de los preceptos. Seguid hijos míos, penetrando en los caminos divinos de la santidad para que no halléis el maestro dolor y éste te enseñe a cumplir esta ley, por medio de los Ayes.

 

Te dejo al maestro amor, para que con sus enseñanzas puedas transitar la Tierra y no encuentres el tropiezo y tengas el privilegio de impartir amor, porque el que amor imparte, está en unión con mi Divinidad.

 

Jesús ― Padre Eterno, en estos momentos en que se manifiesta la vibración de tu grandioso Espíritu al pueblo que he reunido y congregado conforme fue tu mandato dentro del sexto sello, helo aquí en la montaña, reunidos como en aquel tiempo, para recibir la manifestación de tu Espíritu.

 

Señor, fenece el año de mil novecientos cincuenta del que tanto he hablado, en que será retenida mi palabra, pero contempla Padre Eterno Gran Jehová, este pueblo todavía ha menester mis enseñanzas a través del cerebro humano y por medio de mi rayo universal o mi vibración divina y de esta manera prosiga recibiendo la enseñanza simiente1 de mi espíritu crístico, porque así se los prometí en el segundo tiempo.

 

Porque todo aquel que es de la verdad, escucha mi voz. Y si mi voz fuere retenida al pueblo, estos volverían a sus distintas religiones; olvidando así la palabra de vida para ser los idólatras; quedarían huérfanos, llorando en el camino; y los que jamás han creído en la venida de mi verbo en espíritu en esta tercera era, se ensañarían contra el templo del sexto Sello.

 

Yo los he dicho que donde quiera se reúnan dos o tres de los que creyeron en mí e invocasen mi Santo Espíritu,. mi Espíritu sería con ellos. Y en cumplimiento a ésta mi palabra Señor, debo estar con ellos, porque ellos me invocan y estos son los tiempos preciosos en que les vengo a enseñar las nuevas cosas, que en aquellos tiempos, no estaban preparados para escuchar.

 

Y así puedan ¡ Oh Gran Jehová! construir la Iglesia que ha de brillar como un Sol sobre toda la Tierra.

 

Yo he preparado el corazón del hombre, como templo de tu gran divinidad y en ellos he depositado las virtudes de los cielos para que sean hijos de la luz, tu pueblo muy amado.

 

Hoy los hago presente ante tu Planta para que les perdones y les concedas un tiempo más mi estancia vibratoria entre ellos.

 

No detengas la vibración de cada divinidad, ni retengas al mundo espiritual. No cierres los cerebros de mis hijos que se han preparado para darle pase al mundo espiritual, porque ellos son las huestes del reino de los cielos que vienen a manifestar tu potencia divina y hacer entender que la vida espiritual vibra aún sobre la muerte.

 

Hoy los Pueblos se van preparando espiritualmente para clamarte ¡ Oh Gran Jehová! como el espíritu potente para adorarte en espíritu y en verdad.

 

Te pido un tiempo más porque es necesario, dado que los primeros no supieron entender estas cosas, porque hoy se cumple mi palabra: que los primeros serán postreros y los postreros serán primeros. ¡Bendito Seas!

 

Padre Eterno ― Implorando a cada momento te encuentras ante mi excelsa divinidad. He allí los corazones se amedrentan por la rutina que sus entendimientos han forjado dando forma a sus fantasmas que ahora les espantan. Mas tú imploras las caridades de mi divina providencia y yo a entregaras voy, porque he dicho al principio de esta mi palabra, que un privilegio traigo para vosotros, hijos míos.

 

Jesús, amado hijo. yo te concedo lo que en este día intercedes, pues en mis altos juicios solo yo. Y esto servirá para que muchos de los que se dicen ser, se confundan. Esta es la prueba a que yo los he sujetado a causa de la mala interpretación a la palabra divina; pues yo no soy visitante. Soy morador entre vosotros. Cuando tú vienes de paso, yo estoy delante; cuando has salido de tu paso, sigo delante de ti: Y también estoy atrás en el caminó. Voy con todos, porque yo estoy en todas las cosas, pues he aquí, todo lo que es espíritu soy yo, y mi yo divino es todo lo que es espíritu.

 

He aquí la confusión de los labriegos, que han hecho sus pensamientos realidades que para mí, son irrealidades. Han caminado a su libre albedrío, haciendo jirones la palabra de verdad, queriendo derrumbar mi obra.

 

Mi palabra es de rey y no retrocede. Y en ella soy como el astro rey, que alumbra y envía su luz y sus rayos para hombres buenos y malos.

 

Imploras en este instante y de cierto te digo que mi palabra se cumplirá y dejarás de comunicarte en el cerebro del hombre: cuando todos estén preparados; cuando todos anden en servicialidad de santidad y anden en el cumplimiento de la ley de los veintidós preceptos que entreguele yo a Elías, para la reconstrucción de la nueva arca, en la iglesia del sexto sello.

 

Y cuando estén unificados los templos del sexto sello; de Damiana Oviedo con La Fe que lleva a cargo mi hijo José; cuando todos reconozcan un gran templo dándose la mano de amistad los unos a los otros: cuando todos digan: no llevo mi obra, sino estamos trabajando en la obra divina de nuestro Dios y Señor; cuando todos bendigan con su mano, y en sus cuerpos trasluzca la luz divina: entonces dejarás de vibrar y será la manifestación de mi Espíritu Santo, en estos elegidos de la Luz.

 

Aquellos que no han cumplido con la ley de mis preceptos le serán retenidos los dones espirituales porque se ha dicho: “los dones que se dan, no son quitados”; pero sí retenidos. Mas si vosotros cumplís, los dones que Jesús ha dado serán por siempre hasta los días de la muerte y después en espíritu, porque, esta es mi santa voluntad.

 

Este es el privilegio que vengo a concederte: que por tú oración y petición y por la intercesión culminante de mi hijo Jesús, te dejo la comunicación del verbo, la manifestación de mi mundo espiritual a través de los hombres.

 

He aquí mis predilectos que son: María y Elías que representan la luz de mi Espíritu Santo, quedan con vosotros, para que no me busques en las sinagogas, ni me adores en objetos materiales. Búscame en espíritu y en verdad que la palabra de mi hijo Jesús, seguirá siendo clara a través de los pedestales elegidos por mi mano.

 

Hoy se penetra en medio siglo, en que daré las nuevas lecciones de las páginas del libro de los recuerdos de, tu Dios y tu Señor. Hoy seré contigo y en todos los tiempos, en las riberas de los ríos, en las montañas altas y bajas, y en todos los templos del sexto sello y en todos los que me clamen en mi nombre que soy el Padre, porque ésta es mi voluntad.

 

No te confundas mi pueblo, con aquellos que se dicen ser y no lo son, porque ellos descenderán a decirte que está en ti el falso Jesús, más de cierto os digo, la verdad se sostendrá por sí sola y si vosotros lleváis esta verdad, seréis reconocidos por la luz que brillará en tu espíritu y en los prodigios que hagas en mi nombre que soy el Padre.

 

Jesús Tu infinito amor se extiende en este mi pueblo que está en reunión contigo en espíritu y en verdad; y de regocijo está mi espíritu crístico al contemplar que has venido como padre y no como juez. En verdad son muchos los pecados horrendos de mis hijos, pero tú eres padre y vienes a darle el perdón al escuchar sólo mi intercesión. ¡Alabado seas!

 

Soy el Maestro incansable que quiere preparar los espíritus de este pueblo y se levanten con la luz para poderse sentar ante tu diestra; mas no está dado de mí, sentarlos a tu diestra, sino de ellos por sus buenas obras, por su buena labor y amor a la humanidad.

 

Mas ahora que me has concedido seguir manifestándome, yo seguiré derramando mis divinas enseñanzas en todos los templos del sexto sello; en todos los guías; en todos los labriegos, pues la manifestación del espíritu de Jesús será porque habiendo caducado el año de mil novecientos cincuenta, me concedes que siga una vez más y así será. Esta es tu gran orden, la que en el templo del medio día se llevará a cabo, y en el templo de la fe y demás recintos.

 

¡Oh Padre Gran Jehová!: perdón te pido por todos mis hijos componentes del sexto sello, de todos los borbotones porque ellos prestos se encuentran a confundirse, dividiéndose han sido y templo contra templo, se desgarran, se desconocen.

 

Pueblo que reunido te encuentras en este monte de la santidad oyendo la voz de mi Padre Gran Jehová que resuena a través del cerebro del hombre, llénate de gozo porque te ha concedido, siga la manifestación de mi palabra y así la manifestación de mi espíritu divino se muestre ante todos los elegidos de la Luz. Levántate pueblo muy amado, labriegos, y apóstoles y ve a los lugares que se te han confiado y sigue cumpliendo, trabajando, luchando en pro de tu hermana humanidad, porque mi obra sigue en tus manos, y con ella harás prodigios, tú concluirás la construcción de esta obra divina.

 

Yo seré con vosotros en gracia, en amor y en misericordia y no os dejaré un sólo instante.

 

Eleva tu espíritu dándole gracias a mi Padre porque me ha concedido siga predicándote mi santa y divina doctrina, dale gracias infinitas porque todos vosotros habéis sido oídos en tus ruegos.

 

Yo te dije: Si en verdad te preparas en oración y le ruegas a mi Padre en todo este año, en el último mes del año de mil novecientos cincuenta, tus ruegos serían atendidos y así ha sido.

 

El que sabe orar, sabe pedir a Dios y le es atendida su suplica.

 

El que sabe elevarse en oración, sabe desprenderse de la materia y entiende las cosas del infinito, para ponerse en comunicación con su propio Dios y así conocer los acontecimientos de los tiempos y poder profetizar.

 

Graba esta fecha, diecisiete de diciembre de mil novecientos cincuenta, momento sublime para todos vosotros, hijos del sexto sello, en que una vez más mi espíritu seguirá con vosotros en palabra, obras y pensamientos a través de vuestras mentes, porque es el siglo de las luces, el siglo veinte.

 

Y se firma en los cielos este momento sublime, en que yo quedare manifestándome en palabra en cada uno de los recintos del sexto sello. Mi rayo divino no quedará retenido, seguirá manifestándose, comunicándose a través de los cerebros de los hombres, porque mi padre ha oído vuestros ruegos. Mas cuidáos de una falsa luz. Porque ahora sois vosotros los que responderéis de estas manifestaciones.

 

Cantad alabanzas ¡Oh Pueblo de Israel! y adorad a mi Padre Gran Jehová, que está delante de vosotros en espíritu y en verdad. Se encuentra de plácemes al contemplar que no sois los idólatras, ni los fanáticos e ignorantes, que no tienes el becerro de oro y que por medio de mis enseñanzas divinas, vas poniendo en práctica las virtudes.

 

Este gran día imborrable será para todos vosotros y las lágrimas que habéis derramado, serán para sellar el pacto de una nueva alianza con tu Dios y tu Señor. día de júbilo para todos los espiritualistas del sexto sello.

 

Jehová está delante de ti y ha descendido, no para juzgarte, sino para concederte la misericordia y la luz del Espíritu Santo y de esta manera en vosotros se cumplan las profecías de Joel.

 

Jehová delante de vosotros está en átomos de potencia a través del cerebro del hombre para firmar el pacto de la nueva alianza con los hombres componentes del sexto sello, del templo del medio día que lleva por nombre Damiana Oviedo; templo de la fe y demás borbotones de ambos, y de esta manera. Yo, Jesús, el Cristo, permaneceré con vosotros.

 

Extiende tu mano, pueblo amado, delante de mi Padre Gran Jehová y jura, que vosotros seréis los apóstoles sumisos, obedientes, modelos de perfección delante de vuestra hermana humanidad para que ella pueda creer en las manifestaciones que mi yo crístico, presente por vosotros.

 

Levanta tu mano y protesta, ante mí que soy el verbo ante mi Padre Gran Jehová: Protesta que amas al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Protesta que crees en el Padre en el Hijo y en el Espíritu Santo. Protesta que esperas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En estos momentos, solemnes para ti y para la gran divinidad, se firma el pacto de la nueva alianza en los cielos y en la tierra. De una tercera alianza que significa la unión de Dios con los hombres y de los hombres con. Dios y de esta manera poder manifestar al unigénito en palabra sonante, que es el ego del mismo padre.

 

Padre Eterno ― Serás siempre para escuchar la palabra de mi hijo Jesús, el que te dará la luz de la Sabiduría y te pondrá en comunicación conmigo como lo ha hecho ahora.

 

No tendrás dioses de piedra, ni de barro, ni de madera o que sean de los soles ni de las estrellas, ni de los mares, ni debajo de los mares. Nada de estas cosas adorarás, ni las pondrás delante de ti para clamarme; mas sólo me adorarás en espíritu y en verdad con toda inteligencia.

 

Este pacto firmado es la tercera alianza con voso­tros aquí en la montaña; es el mismo que se firmó en el monte Tabor con Moisés y el pueblo de Israel; por lo tanto, doblad vuestras rodillas y bajad vuestra cabeza ante mí que estoy presente como manifestación sublime; haciendo la transmutación de la imagen del Yo soy en vosotros y vengan los ángeles y querubines a sostener el santo. libro de oro, que en estos momentos mi hijo. Jesús, el cordero inmolado en la santa ara de la cruz, es el único que puede abrir este libro y en el firmo este pacto y estos acontecimientos Yo Jehová, el Dios de todas las Naciones. Así sea.

 

Jesús En estos momentos en que mi pueblo ha firmado el pacto de la nueva alianza con su boca y con sus lágrimas y de rodillas te digo: ¡Bendito seas padre mío! Hágase en mi pueblo tu santa y divina voluntad, en tu nombre que eres el Padre, yo el Hijo y el mismo Espíritu Santo.

 

En el mundo que estás viviendo, te dejo lleno de gracia para que lo reconozcas que es tu propio hogar, mientras estás de paso; y el cielo azul que tus ojos contemplan, es el techo de este hogar. Mas de cierto y en verdad os digo: dentro de esta casa he venido a hacer el pacto de comunicarme contigo en espíritu y en verdad.

 

Padre Eterno ― He aquí. En este hogar contemplo este precioso monte al cual llamo ¡santo! Lo unjo con mi gracia para que todos vosotros hombres del sexto sello que sepáis amarme en espíritu y en verdad en él vengáis a orar y yo pueda comunicarme contigo. porque es excelente salir a buscar un lugar quieto para meditar y encontrar el silencio que es el reino del alma el cual es invisible para los ojos materiales; y cuando ya estés en ese silencio, sucederá que dentro de tu mente se atravesarán visiones o formas fantásticas, mas todas estas están subordinadas por la voluntad y tu alma maestra puede hablarles y ordenarles para que se desvanezcan y puedas así, encontrar este silencio y dentro de él, veas mi grande sabiduría.

 

Vosotros sois estos, aquellos y los mismos, de reencarnación en reencarnación habéis venido, para cumplir una restitución. Este es el tiempo precioso en que podáis cumplir con esta restitución, obedeciendo mis órdenes y mis mandatos, velando y orando, poniendo en práctica la palabra del divino Jesús, quien lo dejo un tiempo más en palabra entre vosotros.

 

Por lo tanto os digo, esta es la montaña en donde todos vosotros vendréis en caravana a orar, porque éste es el monte santo que dejo a vosotros, créalo el hombre o no lo crea.

 

Siglo de las luces, año de mil novecientos cincuenta, diecisiete de diciembre en que he derramado mi gracia infinita también dejo grabada en el firmamento la sentencia.

 

Amor para todo aquel que quiera amor, el amor será con él. El que quiera sentencia para otro, el mismo se sentenciará. La ley es la ley divina que dejo en vuestras manos; tomad apóstoles, guías, pedestales, sacerdotizas, videntes, facultades, columnas, guardianes y naves, todos en conjunto del sexto sello.

 

Esta es la ley de los veintidós preceptos que vosotros llevaréis para cumplir debidamente la parte que os corresponde en mi nombre que soy el Padre.

 

En esta ley, están escritos los bellos pensamientos de tu Dios y Señor, para que te rijas en tu casa con moral, sumisión y obediencia, tornalas en tus manos y léelas bien, porque en ellas está la clave y el significado de todos los mandamientos que los hombres necesitan para llegar a colocarse a la posesión del sumo bien.

 

Vosotros, componentes de la orden del silencio, llevad consigo a mi hijo Jesús, quien será con vosotros derramándose en sabiduría, para que así penetréis en los altos grados de perfección y seáis los modelos de ejemplo de sumisión, bondad, amor y castidad.

 

Pedro, piedra fundamental de la sexta iglesia de este tercer tiempo, sé fuerte como las rocas que están en la montaña porque sobre esa roca se edificará la iglesia regida por el espíritu santo.

 

La piedra es la verdad revelada por mi divinidad a pedro a quién se la revelo ahora al hombre, que en el momento de decir: esa verdad revelada se constituyó en profeta, siendo esta verdad el fundamento en el que mi hijo Jesucristo edificó la Iglesia en aquel segundo tiempo y justificada y reconocida en este tercer tiempo.

 

Mas de cierto os digo, componentes del sexto sello, escuchad mi sentencia: Si vosotros no dais cabida a la palabra de mi hijo Jesús para obedecer la ley y regenerarte, y si te levantas dividiendo templo contra templo, queriendo derribar mi obra, de cierto os digo: os tocaré con el dolor y os levantaré de la Tierra y ya en el espacio, en el espíritu, me entregaréis cuentas porque como padre lloro, como Dios siento, pero como Juez, soy inexorable, y tengo que juzgar.

 

De cierto, todo aquel que ha tergiversado la ley, caminando a su libre albedrío, será tocado con las calamidades de la Tierra, la pobreza y el dolor, porque se hizo de causa.

 

Cuentas me entregaréis en espíritu, del origen de todo mal, porque así como sois fáciles para pecar, debéis ser valientes para pagar.

 

Yo, tu Juez y juzgador, quien vengo dentro del círculo del sexto sello, para dejarte mi presencia y puedas con los ojos del alma contemplarme en todo mi esplendor, en verdad te digo: en este siglo de las luces, dejo el reinado de Dios, que es mi presencia entre vosotros.

 

Dejo la sentencia en vosotros grabada: juicio, penitencia y los cargos. Mas si cumples con esta sentencia, tendrás en tus sienes ganada la corona de laurel y será en ti manifestada la profecía de Joel, para que se cumplan en ti los tres misterios de mi obra y la vida eterna será contigo, sentándote ante mi diestra, uniéndote en uno con Jesús y poder desde allí juzgar a los vivos y a los muertos porque está es mi voluntad.

 

Elías, hijo del hombre , que en este tercer tiempo te he llamado de los altos cielos para preparar a los pueblos y así quede preparado el camino para que mi hijo templo de la fe, al templo del medio día que lleva por Jesús predique la palabra del espíritu de la verdad; ve al nombre de Damiana Oviedo, háblales para que ellos se unifiquen y me presenten el libro de sus buenos hechos, de sus buenas obras, el libro de la buena caridad, porque ellos cuenta me darán de todo cuanto han hecho dentro de la obra divina que he puesto en sus manos

 

Te dejo a imitación del pastor, y al pueblo a imitación de las ovejas para que siempre te sigan y las lleves por las sendas del redil, y en lugares de delicados pastos las harás yacer y junto de aguas de reposo las pastorearás y siempre confortarás sus almas; guiándolas por la senda de la justicia por amor de mi nombre.

 

Y si tú las ves en valles de sombras y de muerte, hazlas que no teman mal alguno, porque tu estarás con ellas y también mi vara y mi cayado, les infundirán aliento, se aderezará la mesa delante de ellos en presencia de sus angustiadores, porque yo les ungí su cabeza y su frente con aceite y he dejado sus corazones rebozantes de amor y de fe.

 

Así hazlos entender porque ciertamente el bien y la misericordia será con ellos, toda la vida. Y en mi casa los traerás ¡Oh Elías!, el buen pastor, para que ellos moren allí largos días.

 

Y vos ¡Oh María!, seguirás como espíritu puro elegido de mi mano, reuniendo las multitudes y enseñándoles el camino para que lleguen a mi hijo Jesús y por medio de él puedan llegar a mi.

 

Porque en verdad yo os digo; que nadie llegará a mi, sino por el conducto de mi hijo Jesús , porque él es el único intermediario del hombre entre yo y de yo entre el hombre.

 

Ve María, y apacéntate a diario en los hogares de mi pueblo escogido de este tercer tiempo y en sus momentos de reposo y de meditación, graba en sus conciencias el dulce nombre de mi hijo Jesús.

 

Sé la consejera para que comiencen a prepararse a recibir la palabra de mi hijo unigénito. Sé la corredentora de la misma humanidad, que mi hijo redimió.

 

Pues no termina tu faena espiritual; pues el deber de todo espíritu puro y grande es vibrar en los mismos hombres para que ellos alcancen a despertar sus conciencias y sepan entender que la misión en este mundo, es la adoración a mi divinidad en espíritu y en verdad; y puedan loarme y santificarme para que ellos se puedan gloriar.

 

Componentes de la orden del silencio, tomad mi perdón y mi fuerza para que no desmayéis y no os debilitéis del uno para el otro. Os dejo en la montaña para que sigáis aprendiendo a orar y podáis venerarme y adorarme en espíritu y en verdad. Entonces vosotros os gloriaréis.

 

¡Oh santa orden del silencio!, os dejo reunidos y congregados dentro del sexto sello, respetándose los unos a los otros y cada quien sus grados, mas no desconoceréis en ninguno de los tiempos ni en ninguno de los grados a vuestra guía de la sexta iglesia, al cual respetaréis y honraréis, porque en la Tierra está representando a mi hijo Jesús.

 

A ti, Pedro piedra fundamental, te dejo mi fortaleza para que seas fuerte como las rocas de estas montañas y puedas proseguir dentro de la sexta iglesia del sexto sello que te he confiado, que lleva por nombre templo raudal de luz la buena nueva.

 

Vosotros pueblos que os habéis reunido y congregado en esta montaña, os doy mi luz en todo su esplendor, derramando mi perdón para que quedéis limpios de toda mancha y pecado, porque yo soy Jehová. Hágase pues en este instante efectivo en mi nombre que soy el Padre.

 

Europa sufrirá nuevamente otra tercera guerra mundial y será destruida Inglaterra, China, Japón, Estados Unidos y Rusia; la India sufrirá grandes dolores porque habrá guerras intestinas y terremotos; aires huracanados asolarán los pueblos de cada una de estas Naciones porque los elementos se desencadenarán después del-año santo.

 

Mi palabra dada a través del cerebro humano se cumplirá porque soy el padre de vosotros y soy todo espíritu, pues ya sabéis que todo lo que es espíritu, es profecía.

 

Es menester que vosotros sepáis entender que la privación de lo que vosotros deseáis, son los impuestos de una expiación entonces así, la recompensa será para vuestra resignación para poder sobrellevaros en la vida.

 

Así os digo naciones, si vosotros no sabéis resignaros con lo que a cada quien os ha tocado por consecuencia a vosotros traerá dolor y destrucción.

 

Los siete espíritu isotéricos no son más que los siete espíritus que rodean mi trono y que a mi voz y a mi mandato se unen para hacer efectivas las causas y los efectos, por lo tanto velad y orad para que podáis estar alertas.

 

He aquí, la ley de amor está entre vosotros, y hasta es mi hijo Jesús, por lo tanto, yo soy la justicia que reparto todas las cosas con equidad y cualquiera que ambiciona las cosas que no se le haya dado, por consecuencia, habrá confusión y dolor, pero ahora os dejo unidos para que sigáis estudiando las nuevas cosas que os enseñaré por medio de la palabra de mi hijo, quedando mi divinidad entre vosotros. el ojo de la divinidad, es contigo.

 

Jesús Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad, gloria a Dios en las alturas y pasad mi Espíritu Divino de la escala de perfección hasta la escala de Jacob para desde allí enviarte mi palabra y recibirte en representación de las siete iglesias que Elías el hijo del hombre vino a plantar por mi voluntad sobre la Tierra y por ti recibo al. universo entero, lo perdono y lo bendigo en mi nombre que soy el padre, .el hijo y el espíritu santo.

 

Pueblo de mi Divinidad, ha pasado el tiempo y mi palabra ha sido con vosotros. A muchos he preparado dándoles mis divinas enseñanzas, preparando y entresacando a unos como guías para que puedan estar al frente de los templos espiritualistas del sexto sello.

 

A los otros los he preparado como cuerpos mediumnímicos para que mi mundo espiritual de alta luz, se comunique y pueda entregar los divinos mensajes. A otros los he preparado como columnas y videntes de mi Iglesia y a los otros los he preparado como vasos sagrados de mi esencia.

 

Para que cada uno cumpla con su cometido dentro y fuera de la iglesia y así puedan esparcir mi nuevo evangelio sobre toda la Tierra. Este es el tercer testamento el cual a vosotros hará brillar vuestras mentes.

 

No calléis vuestras bocas, hablad de mi santa y divina palabra, pues en estos momentos, hablará el Espíritu Santo por vosotros y las multitudes entenderán y la esencia de mi divinidad será en los corazones de los que escucharen, porque ellos estarán preparados para recibir las cosas de Dios; pues ellos sabrán que la esencia que sale de vuestra boca, es la esencia de Dios, entonces te seguirán y tú los conducirás hacia mí y yo les haré brillar como brillas tú.

 

Cuando prediques mi palabra con tu boca sana después del año de 1950, todos los que te escuchen estarán ya preparados y capacitados para entender la verdad; entonces yo me haré sentir en ellos en amor y mi bendición será con todos vosotros.

 

Muchos se confundirán para después de mil novecientos cincuenta. Mas yo contemplaré cuáles son los firmes, los que tienen propósitos de servirme con el espíritu de la regeneración.

 

A causa de seguir manifestando mi palabra después de mil novecientos cincuenta, se harán contiendas simuladas entre los mismos pueblos, dividiéndose unos contra otros. más velad y orad, pues las reformas serán en la perfección de vuestra conducta.

 

El pacto de la nueva alianza. está hecho por segunda y tercera vez entre vosotros, más velad y orad para que no caigáis en tentación. Estad preparados ahora para que podáis sentir la presencia de mi Santo Espíritu y para que no paséis al olvido lo que mi Padre Gran Jehová, os ha dicho en éste día.

 

He aquí para después de mil novecientos cincuenta en adelante, se cumplirán las profecías dadas por Joel pues que mi mundo espiritual seguirá hablando por vuestras bocas; vosotros tendréis grandes revelaciones, los hombres tendréis grandes sueños; los hombres y las mujeres caerán en éxtasis, más vuestros espíritus sentirán la vibración del santo y divino espíritu.

 

Tu Tierra estará en paz y todos serán hartos y la felicidad será en todos aquellos que me reciban y esparzan mi palabra.

 

Bienvenidos vosotros los que habéis de ser humillados y desconocidos a causa de llevar esta doctrina y conversar conmigo de espíritu a espíritu; pues ellos dirán

 

que tú eres un sacrílego. Pero tú no temas, sigue adelante y sirve a tus hermanos para que te sirvas a ti mismo lo que te corresponda allá en los Cielos para tu propia salvación.

 

Mirad hijos míos, en aquel tiempo, mis perseguidores fueron los Judíos y ellos no me creyeron, me desgarraron y me sentenciaron, llevándome al cadalso.

 

Ahora no son los judíos los que os persiguen, sino son los mismos cristianos los que te persiguen. Ayer persiguieron a los cristianos, los condenaron, los echaron a los leones, los mal conquistaron, los injuriaron, los condenaron; ahora ellos son los que te hacen estas mismas cosas, más no temas, seguid delante y como escudo llevad la virtud y mi nombre y así, mañana seréis salvos cantando un himno de victoria.

 

Cuando oréis, no os engañéis a vosotros mismos como lo hacen los hipócritas que gustan de ponerse de pie en las calles y en las sinagogas y hablar vana palabrería para agradar a los oídos de los hombres.

 

Mas ellos se presentan con aire de santidad, para recibir las alabanzas de los hombres, ellos buscan la alabanza de los hombres y su recompensa es cierta.

 

Aprended hijos míos a orar en el íntimo de vuestra alma, y cerrad todas las puertas de vuestro cuerpo y entrad en la santa orden del silencio y orad.

 

Vosotros pedestales que trasmitís mi santa y divina palabra, estad preparados para que no habléis multitud de palabras ni aún repetir las palabras una y otra vez como lo hacen los ignorantes, sino decid; Padre Nuestro que estás en los cielos, santo es tu nombre. tu reino venga, tu voluntad será hecha en la Tierra como en el cielo. Dános hoy el pan que necesitarnos. Ayúdanos a olvidar las deudas que los demás tienen con nosotros para que todas nuestras deudas puedan ser salvadas. Y guárdanos de las asechanzas del tentador que sean demasiado grandes para que nosotros podamos soportarlas. Y cuando éstas vengan, dános la fuerza para vencerlas.

 

Y si vosotros queréis que se os tengan por saldadas todas las deudas que debéis a Dios y al hombre, las deudas en que vosotros habéis incurrido por voluntaria transgresión de la ley.

 

Vosotros debéis perdonar las deudas que con vosotros tenga cualquier hombre; porque en la forma que vosotros tratáis a los demás hombres, en esa misma vuestro Dios os tratará.

 

Y cuando ayunéis mirad de no anunciarlo; porque cuando los hipócritas ayunan, pintan sus caras, hacen aparecerse demacrados, aumentando su actitud de santidad, todo para que puedan mostrar a los hombres, que ayunan.

 

Mirad hijos míos, el ayuno es una acción del alma e igual que la oración, es una función del silencio del Alma.

 

Yo jamás dejo pasar inadvertido, cualquier oración o ayuno. Yo estoy presente dentro .del silencio y mis bendiciones descansan sobre cada uno del esfuerzo de vuestra alma.

 

El engaño es hipocresía; pues vosotros no aparentaréis ser lo que no sois. Vosotros no os ataviaréis con las vestiduras de la falsedad para aparentar piedad, ni adoptaréis tonos de voz que os aparezca como santa.

 

Y cuando deis ayuda a los necesitados, no toquéis trompeta en las calles, ni digáis a nadie de vuestras dádivas.

 

Cuidáos hijos míos de aquel que hace caridad buscando la alabanza de los hombres, pues de cierto os digo que estos reciben su recompensa, mas Dios a ellos no los recompensará. Y cuando déis limosna cuidáos de que vuestra mano derecha no conozca el secreto de la mano izquierda.

 

Apóstoles de Cristo, vosotros sois las doce columnas de la Iglesia, portadores de la luz del Sol de la vida y ministros de Dios para los hombres.

 

Para después de mil novecientos cincuenta, la iglesia del sexto.-sello se extenderá y se fundarán distintas ramificaciones en todas las Naciones: Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos Americanos, Japón, China, España y en todas las pequeñas naciones latinoamericanas, extendiéndose mi palabra en toda la redondez del Mundo.

 

Así pues, extended mi nuevo evangelio, le entregaréis a los reyes y a los Judíos. Y vosotros iréis pero no os armaréis con un azote de cuerda para guiar a los hombres; vosotros no podréis conducir a los hombres a esta ley de esta manera.

 

Mas vosotros iréis con amor y servicialidad, mostrando el camino del bien y de la luz. Diciéndose por todas partes: Jesús está con vosotros. Y cualquiera que se preparase, ese recibirá mi palabra, mi presencia y los mensajes de mi mundo espiritual, entonces la luz de mi sabiduría, brillará en todas las almas.

 

¡Oh mis bien amados!, en verdad os digo, nuevamente os doy mis bien aventuranzas:

 

Bien aventurados son los fuertes de espíritu porque suyo es el Reino de los Cielos.

 

Bienaventurados, son los humildes, pues ellos poseerán la Tierra.

 

Bienaventurados los que padecen hambre y sed por causa de la justicia, pues en verdad yo os digo, ellos serán satisfechos.

 

Bienaventurados son los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.

 

Bienaventurados son los que logran el dominio de sí mismos; ellos tienen la llave del poder.

 

Bienaventurados son los puros de corazón, porque ellos me verán.

 

Bienaventurados sois vosotros los calumniados y agraviados porque hacéis el bien, pues vosotros bendeciréis a vuestros perseguidores.

 

Bienaventurados vosotros confiados hijos de la fe, porque vosotros os sentaréis en mi trono de poder.

 

Yo en verdad os digo hijos míos, no desmayéis cuando el mundo os persiga y os desgarre, sino más bien alegraos de ello grandemente. Mirad que los profetas y los videntes y todo lo que hay de bueno en la Tierra, siempre ha sido perseguido y calumniado.

 

Si vosotros sois dignos de la corona de la vida, seréis calumniados, vituperados y escarnecidos sobre la Tierra.

 

Entonces os vuelvo a decir mis bien amados, re­gocijáos cuando los hombres malos os alejen de su camino y hagan que vuestro nombre sea silbado y hecho objeto de burlas por las calles. Yo os digo regocijáos, mas sed misericordiosos con los obradores del mal; ellos no son otra cosa que niños que juegan, ellos no saben lo que hacen, por lo tanto perdonadlos.

 

No os regocijéis por la caída de los enemigos. Tal como vosotros ayudéis a los hombres a levantarse de la sima del pecado, así Dios os ayudará a llegar a mayores alturas.

 

¡Ay, ay, de los ricos de oro y tierras! y que todo lo guardan para sí sin compartirlos a sus hermanos; ellos tienen tentaciones multiformes.

 

¡Ay, ay, de vosotros hombres! si andáis por caminos voluntariosos en los senderos del placer, pues sus caminos están llenos de asechanzas y pozos peligrosos.

 

¡Ay, ay de vosotros! si sois orgullosos pues vosotros estaréis sobre precipicios y la destrucción os aguardará.

 

¡Ay, ay, si eres avaro! porque lo que tienes no te corresponde; he aquí otro viene y arrebatará todas tus riquezas.

 

¡Ay, ay, de los hipócritas! su forma es agradable de ver; mas su corazón está lleno de cadáveres y de huesos de muerto.

 

¡Ay, ay, de los crueles e implacables! ellos mismos son las víctimas de sus propias obras. El mal que quieren hacer a los demás contra ellos se vuelve y los azotadores serán azotados.

 

¡Ay, ay, de los libertinos! que hacen presa de las virtudes del débil; la hora vendrá en que ellos serán los débiles y las víctimas de los libertinos más poderosos.

 

¡Ay, de vosotros! cuando todo el mundo hable de vosotros con alabanza. El mundo no habla en alabanza de los hombres que viven en el santo espíritu. Los hombres hablan en alabanza de los falsos profetas y de las despreciables ilusiones.

 

¡Ay, ay, de los violentos de carácter! porque ellos-son asistidos de los demonios.

 

¡Ay, ay, de los que dicen blasfemias! porque ellos se convierten en los renegos condenados del tercer tiempo.

 

¡Ay, ay! de los que se levantan destruyendo la tranquilidad de su Padre y de su madre, de su hermano, porque ellos vivirán solamente de su maldad, separados de la tranquilidad del Espíritu Santo y en la condenación para vivir en los planos inferiores.

 

¡Ay, ay, de los que no han comprendido mi palabra! llegará la hora del juicio y entonces os digo; la paja será echada al fuego, así aquellos serán en el fuego de la eternidad.

 

¡Ay, ay, de los reacios de cerviz! que no han sabido entender la Sabiduría.

 

¡Ay, ay! de los que no han elevado cantos de alabanzas y se han adorado a sí mismos; éstos quedarán confundidos por los siglos.

 

Y vosotros hijos míos, hombres que andáis en los caminos del. Santo Espíritu, sois sal, la sal de la Tierra, mas si vosotros perdéis vuestra virtud, sal seréis del hombre y no valdréis más que el polvo, porque vosotros sois luz y llamados sois a iluminar al mundo.

 

Mas he aquí yo os digo mis bien amados. una ciudad que se asienta sobre una colina, no puede ocultarse,porque sus luces son vistas desde lejos, así vosotros, si estáis sobre la colina de la vida, los hombres verán vuestra luz, imitarán vuestras obras y venerarán a Dios.

 

Así, los hombres no encienden su lámpara y la encubren dentro de la casa, sino la ponen en lo alto para que alumbre toda la casa, así vosotros sóis las lámparas de Dios; no debéis pues quedaros en las sombras de las ilusiones terrenales; sino que debéis mostraros el bien en lo alto. Así yo os digo, no he venido a invalidar la ley de Moisés, sino he venido a hacer que esta se cumpla, porque he aquí, la ley y las profecías y los salmos fueron escritos con la sabiduría de mi santo espíritu, por lo tanto estas cosas no pueden fallar.

 

Mirad mis bien amados, los cielos y la Tierra que ahora existen, pueden mudarse y dejar de existir, mas mi palabra no puede dejar de ser hasta que logre aquello para lo cual ha sido dicha.

 

Mas si vosotros habéis desatendido a mi divina ley y enseñáis a ser a los hombres eso mismo, deudores sois a mi y no podréis ver mi rostro hasta que hayáis re conocido y pagado vuestras deudas por medio del sacrificio de vida.

 

Mas si tú escuchas mi palabra y guardas la ley y haces mi voluntad sobre la Tierra, gobernarás conmigo; entonces guarda siempre al espíritu de la ley para que puedas cumplir con la ley.

 

Y si vuestra virtud no excede a la virtud de los falsos y de los hipócritas; no podréis entrar al reino del alma. Mirad tu deseo es el que te da tu carácter, por lo tanto debes entender que la letra de la ley se refiere a los actos del hombre, así como el espíritu de la ley a sus deseos.

 

He aquí mis bien amados, mi Padre Gran Jehová, entrégole a Moisés los diez mandamientos y él los escribió en sólida piedra para que ellos nunca pudieran ser destruidos.

 

Estos diez mandamientos muestran mi justicia divina como Padre Dios y Señor, pero ahora yo como amor manifestado en los hombres traigo la misericordia para vosotros del Espíritu Santo.

 

Pues mirad que en la unidad de Dios, descansa la ley. No hay sino una potencia y esta potencia es mi Padre Gran Jehová, el Omnipotente, el que en palabra sonante a través del cerebro del hombre, te acaba de dar los nuevos mandamientos para poder• seguir en la obra espiritual.

 

Por lo tanto mis bien amados, hoy vosotros habéis hecho el juramento delante de mi Padre, volviéndose a repetir los acontecimientos de aquel tiempo, en que Jehová escribió en los cielos y Moisés leyó: “Yo soy vuestro Dios Omnipotente y no tendréis más Dios que Yo.”

 

Porque hay una sola potencia, mas hay muchas-fases de esa potencia; y estas fases los hombres llaman poderes. Mas todos los poderes son míos y son manifestaciones de mí, ellos son mis espíritus.

 

Y si vosotros pudierais encontrar otra potencia y adorarla en el altar, sólo adoraríais una vana ilusión. Por lo tanto os digo los que adoran las sombras, no son sino sombras que se mueven sobre un muro; entonces he aquí que los hombres son lo que veneran.

 

Y Dios mi Padre Gran Jehová, quiso que todos los hombres fueran la substancia, y en su misericordia mando: no buscaréis otro Dios que no sea yo.

 

Y el hombre finito jamás podrá comprender las cosas infinitas. El hombre no podrá hacer una imagen de lo infinito en potencia.

 

Cuando los hombres hacen un Dios de piedra, de madera o de barro, ellos hacen una imagen de una sombra y aquellos que adoran en el altar de las sombras, sombras son.

 

Así pues, mi Padre Gran Jehová tu Dios, en su infinita misericordia te dijo; “¡no os haréis imagen de madera, de barro o de piedra, porque tales ídolos son ideales.” No matarás. Así es que si tú matas, estarás el mañana de-Mas bajos ideales son éstos!” Y de esta manera los hombres no podrán llegar a plano más elevado que el de sus ideales; porque yo tu Dios soy Espíritu en cuanto Padre y en cuanto Hijo y en Espíritu, los hombres deberán adorarme para que puedan llegar a la alta conciencia de yo, tu Dios.

 

Mas el hombre jamás deberá hacer una pintura o imagen de mi santo espíritu, este no puede.

 

Tampoco el hombre no puede hablar en nombre de Dios con sus labios carnales, solo con el espíritu santo el hombre puede pronunciar mi nombre.

 

Con vanidad los hombres creen que ellos conocen el nombre de Dios. Ellos hablan de mí con. ligereza e irreverentemente, y de esa manera ellos se maldicen.

 

Y si los hombres supieran el sagrado nombre y lo hablaran con labios impuros, ellos no vivirían para hablarlo otra vez, mas yo en mi infinita misericordia, no he revelado aún mi nombre a aquellos que no pueden hablar con santo espíritu.

 

Tú no tomarás el nombre de Dios en vano, porque el número de mi santo espíritu es el siete y yo tu Dios, tengo en mi mano los sietes del tiempo.

 

Porque al formar los mundos, entonces descansé en el. séptimo día y cada séptimo día, es designado como día para los hombres.

 

Así es que el séptimo día, es el día de tu Dios y Señor; recuerdame y guardalo dedicado totalmente a obras de santidad, esto es para obras que no son para el yo egoísta, sino para el yo universal.

 

Mas vosotros hombres, podéis hacer trabajos para vosotros mismos en los días de la semana, mas en el día séptimo de vuestro Dios y vuestro Señor, nada debéis hacer para vosotros mismos, este día es día de oración, día que dejo para que descienda mi rayo universal, de la escala de perfección a la de Jacob y escuchéis mi palabra y así podáis entrar en oración para adorar a vuestro Dios en espíritu y en verdad, porque este día es consagrado para mi divinidad y si vos me servís hijos muy amados, de esta manera serviréis al hombre.

 

Yo no soy solo potencia, sino también sabiduría; pues cuando los querubines instruyeron a los hombres en los caminos de mi sabiduría, ellos dijeron que mi sabiduría, era la madre de la raza así como la potencia soy yo.

 

Entonces el hombre que venera mi omnipotencia, es bendecido y así en las tablas de la ley se leen.

 

Rinde homenaje a tu padre, y a tu madre de la raza, para que tus días puedan ser prolongados sobre la Tierra que ellos te han dado.

 

Pues mirad mis hijos que la letra de la ley manda delante del tribunal; pues una persona puede desear matar, sin embargo, si el hombre no mata, no es juzgado por la ley.

 

El espíritu de la ley afirma, que aquel que desee matar o busque venganza, está enamistado con un hombre sin causa suficiente y debe responder al Juez; y aquel que llama a su hermano desalmado, vagabundo, perverso, enciende dentro de sí mismo los fuegos del infierno.

 

Ahora bien, en la más alta ley se Iee: que si vuestro hermano está afligido por algo que vosotros habéis hecho, antes de ofreced a Dios vuestras dádivas, id y hallad a vuestro hermano y conciliaos con él.

 

No es bueno dejar que el Sol se ponga sobre vuestra ira, pues si él no se quiere reconciliar cuando vosotros habéis hecho a un lado todo argumento egoísta y habéis renunciado todo derecho egoísta, no seréis tenidos por culpables a los ojos de Dios, entonces id y ofreced a Dios vuestras dádivas.

 

Si vosotros debéis algo a algún hombre, y no podéis pagarlo, o si un hombre reclama de vosotros mayor suma de la que le debéis, no es bueno que disputéis con él sobre lo que él reclama.

 

La resistencia es madre de la ira; y no hay misericordia ni razón en un hombre iracundo. Pues yo os digo, que es mucho mejor sufrir pérdida que acudir a la ley u ocurrir a los tribunales de los hombres para que juzguen del bien y del mal.

 

La ley del hombre carnal diría: ojo por ojo y diente por diente, combate la usurpación de tus derechos. Mas esta no es mi ley, entonces el Santo Espíritu dirá no resistas aquel que quiera despojarte de tus cosas. Aquel que quiera tomar tu capa por la fuerza, es todavía tu hermano y tú debes ganar su corazón, lo cual no puede hacer por la resistencia. Dale a aquel tu capa y ofrécele más y aún más; con el tiempo el hombre se elevará por encima del necio y tú le habrás salvado de sí mismo.

 

No reuses a aquel que pide ayuda y da a aquel que te pide prestado algo. Y si, un hombre te golpeara por capricho o colérico, no está bien que le devuelvas los golpes y le hieras.

 

Mira pues bien, los hombres llaman cobarde a aquel que no combate en defensa de sus derechos, pero es más grande aquel hombre que es atacado y golpeado y que, sin embargo, no devuelve los golpes.

 

El que es calumniado y no contesta, demuestra más grandeza que aquel que hiere al que le golpea y ultraja al que le denigra.

 

De antiguo fue dicho que el hombre debe amar a su amigo y odiar a su enemigo; mas ahora Yo os digo; sed misericordiosos con vuestros enemigos, bendecid a aquellos que os denigran haced bien a aquellos que os perjudican y orad por aquellos que pisotean vuestros derechos.

 

Recordad que vosotros sois hijos de Dios el Altísimo, que hace que su sol luzca lo mismo para los malos que para los buenos; que hace caer su lluvia sobre los justos y sobre los injustos.

 

Si vosotros hacéis a los demás tal como ellos os hacen a vosotros, no seréis sino esclavos, no sois sino de aquellos que andan en camino de muerte. Mas vosotros como mis hijos, hijos de la luz, debéis mostrar el camino. Haced entonces a otros el bien como vosotros quisieréis que aquellos os hicieran el bien.

 

Y cuando vosotros hacéis el bien a aquellos que han obrado bien para vosotros, vosotros no hacéis más que los demás hombres; los publicanos obran de igual modo. Si vosotros saludáis a vuestros amigos y no a vuestros enemigos, vosotros sois iguales a los demás hombres; los falsos han obrado siempre así. Entonces Yo os digo: sed perfectos como lo es vuestro Padre Dios que está en los Cielos.

 

En la ley se ha dicho: no mentirás. Mas a los ojos de la ley, un hombre para mentir, debe decir en, palabra lo que no es verdadero. Ahora bien, a la luz de la ley espiritual, un engaño de cualquier forma, no es otra cosa que mentira.

 

Un hombre puede mentir por la mirada o por la obra. Si. Aún por su silencio puede él engañar y de ese modo hacerse culpable a los ojos del Espíritu Santo.

 

De antiguo se ha dicho; “no jurarás por tu vida”. Mas he aquí, yo os digo; no juraréis por nada;. ni por la cabeza, el corazón, el ojo ni la mano, ni por el sol, la luna o las estrellas.

 

Vosotros no juraréis por ninguna cosa, porque en un juramento nada aprovecha. No juraréis ni por el nombre de Dios ni por el nombre de algún espíritu bueno o malo.

 

Un hombre, que a su palabra la hace ser sostenida por un juramento de cualquier clase, no es digno de confianza a .los ojos de Dios, ni tampoco a los hombres.

 

Por un juramento, vosotros no. podéis hacer caer una hoja del árbol, ni cambiar el color de un cabello.

 

El hombre de valer tan sólo habla, y los hombres saben que él habla la verdad. El hombre que habla mucho para hacer creer a los hombres que habla la verdad, está siempre haciendo humo para ocultar una mentira.

 

Y hay muchos hombres en cuyos corazones aparentemente hay doblez; hombres que intentáis servir a la vez a dos señores, a dos maestros totalmente .diferentes.

 

Los hombres fingen adorar a Dios el día séptimo y luego pagan tributo a la tentación en todos los demás días.

 

Ningún hombre puede servir a dos maestros a la vez; tal como no podría montar dos asnos que a la vez siguieran caminos diferentes.

 

El hombre que pretende adorar a Dios y a la tentación, enemigo de Dios es; y es sólo un demonio piadoso y una calamidad para los hombres.

 

Y los hombres no pueden al mismo tiempo, crearse tesoros en el cielo y en la Tierra, pues he allí yo os digo; alzad vuestros ojos, ved los lugares de seguridad en el cielo y depositad allí todas vuestras joyas. Porque en ellos la polilla y el hollín no puede corroer, ni los ladrones entrar a robar. No hay lugares de seguridad sobre la Tierra; no hay lugar seguro donde no llegue la polilla y el hollín o los ladrones

 

Porque los tesoros de la Tierra no son sino cosa irrisoria y perecedera. Mirad de no engañaros. Vuestros tesoros son el ancla del alma y donde vuestros tesoros están, allí estará vuestro corazón. No fijéis vuestro corazón sobre las cosas de la Tierra; y no padezcáis ansiedad por lo que habéis de comer, de beber o de vestir.

 

Dios cuida de aquellos que confían en él y sirven a sus hermanos de la raza. Mirad hijos míos; los pájaros me alaban con sus cantos ; la Tierra es embellecida por la alegría de sus cantos y les guardo en el hueco de mi mano y ningún gorrión cae a Tierra sin que yo lo sepa; y cuando uno cae se levantará de nuevo. Mirad las flores del campo, ellas confían en mí y crecen; ellas dan a la Tierra esplendor con su hermosura y Perfumes.

 

Contemplad los lirios del campo, mensajeros de mi santo amor. Ningún hombre ni aun Salomón con toda su grandeza, fue vestido como uno de éstos. Sin embargo ellos simplemente confían en mí; su alimento lo reciben de mi mano y sus cabezas descansan sobre mi pecho.

 

Si Yo tu Dios, así visto a las flores y a los pájaros que hacen mi voluntad, ¿no os alimentaré y te vestiré hijo mío cuando sois mis hijos predilectos y muy amados?

 

Buscad pues, primero el reino del alma y la equidad de tu Dios, el bien de los hombres y no murmuréis y yo tu Dios os protegeré y alimentaré mientras vivas.

 

Hay una regla que el hombre jamás ha hecho y que rígidamente observa. Has a otros lo que ellos te hagan; como los otros juzgan, juzga; como los otros dan, da; Mas ahora yo os digo: mientras andáis con los hombres, como hombres no juzguéis para que no seáis juzgados.

 

Porque como vosotros juzguéis, así seréis juzgados y lo que vosotros deis, eso se os dará. Si vosotros condenáis condenados seréis.

 

Cuando os mostréis misericordiosos, los hombres lo serán para con vosotros y si vosotros amáis, de tal suerte que el hombre carnal pueda comprender vuestro amor, vosotros seréis bien amados.

 

Así es que el hombre sabio de este mundo, hace a los otros, lo que él querría que aquellos le hicieren. El hombre carnal hace el bien a los otros buscando egoístamente un beneficio, porque espera que su favores se multipliquen y así le sean devueltos; él no se detiene a ver la finalidad.

 

El hombre es en sí mismo el campo, sus acciones son semillas y lo que él hace a otros, crece presto, el tiempo de la cosecha es seguro. Contemplad la cosecha. Si él ha sembrado vientos, huracanes cosechará. Si él ha sembrado las nocivas semillas del escándalo, del hurto y del odio; de la sensualidad y del crimen. La cosecha está asegurada y él debe recoger lo que ha sembrado. Sí, y aún más, pues las semillas producen ciento por uno.

 

El fruto de la equidad, de la paz, del amor y de la alegría, jamás pueden brotar de semillas nocivas, pues el fruto es como la semilla. Y cuando vosotros sembréis, sembrad semillas de bien por amor al bien, y no para traficar con él, esperando ricas recompensas.

 

Los hombres materiales aborrecen la ley del Espíritu, porque ella le quita la libertad de vivir en el pecado. Bajo su luz, él no puede satisfacer sus pasiones y sus deseos.

 

El hombre material está enemistado con aquel que anda iluminado con la luz del Santo Espíritu. Este hombre material ha matado a los hombres santos de la antigüedad, a los profetas y a los videntes. Y él os abofeteará, os hará falsos cargos, os azotará y encarcelará y creerá que hace la voluntad de Dios, al mataros por las calles. Más vosotros no habéis de prejuzgar ni censurar a aquel que os hace mal.

 

Cada uno tiene problemas que deben resolverse y cada quién debe resolverlos por sí mismo. El hombre que os azota, quizás tenga a cuestas un fardo de pecado; más y el vuestro. Un pequeño pecado en uno que anda en mi sacratísima obra iluminado con mi Espíritu Santo, es mucho mayor a los ojos de tu Dios; que monstruosos pecados en aquel que nunca ha conocido mi camino.

 

¿ Cómo puedes ver la paja en el ojo de tu hermano cuándo tu tienes un tronco en el vuestro? Primero saca el tronco de tu ojo y entonces podrás sacar la astilla en el ojo de tu hermano y ayudarle a .echarla fuera. Pero mientras vuestros ojos estén llenos de cosas extrañas, vosotros no-podréis ver el camino porque estáis ciegos.

 

He aquí, y cuando los ciegos guían a los ciegos, ambos pierden el camino y caen al abismo. Mas si vosotros queréis mostrar el camino hacia Dios, debéis hacer clara vuestra vista así como también ser puros de corazón.

 

El fruto del árbol de la vida, es demasiado delicado para alimentar la mente humana.

 

El incienso es agradable a Dios y es de todo insoportable al demonio y a los malos espíritus; el pan del cielo no es sino paja para los hombres que no pueden comprender la vida espiritual.

 

El maestro debe ser sabio y alimentar el alma con lo que esta puede aprovechar.

 

Si vosotros no tenéis el alimento para cada hombre, pedid y tendréis; buscad seriamente y encontraréis.

 

Tan sólo hablad mi palabra y llamad, y la puerta se abrirá de par en par.

 

No hay quien haya pedido con fe, que no haya recibido. Nadie ha buscado jamás en vano. No hay quien haya alguna vez, llamado como es debido, que haya dejado de encontrar una puerta abierta.

 

Si vuestro hijo os pidiera un pedazo de pan, ¿le darías una piedra?. Y si os pidiera un pez ¿le darías una serpiente? Lo que queráis que vuestro Dios os de, eso dad a vuestros hermanos.

 

Entonces yo os digo, hay un camino que lleva a la vida perfecta y pocos lo hayan en un momento dado, porque este camino es angosto y está abierto entre las rocas y los abismos de la vida material; -mas dentro de ese camino no hay abismos ni rocas. Hay también otro camino, que lleva a la desdicha -y a la miseria, este camino es espacioso y muchos andan en él. Este está abierto entre los bosques del placer de la -vida .material.

 

Hijos míos, yo vuestro Jesús que estoy hablando a través del cerebro del hombre en esta gran montaña, en verdad os digo; Tened cuidado, pues muchos pretenden andar por el camino de la vida y andan por el camino de la muerte. Mas ellos son falsos en sus palabras y sus obras, son falsos profetas y se visten asimismo con pieles de oveja cuando en realidad son lobos feroces.

 

Mas ellos no podrán ocultarse por largo tiempo, porqué vosotros los conoceréis por sus frutos y vosotros, mis bien amados, no podéis coger uvas de las espinas o de los abrojos; ni de los cardos, higos. El fruto es hijo del árbol y como es el padre es. el hijo; así es que todo árbol que no lleva buen fruto, será arrancado de raíz y echado lejos.

 

Cuando vosotros oréis largamente a veces, hacedlo dentro de la orden del silencio sin que las multitudes sepan, para que ellas no crean que sois un santo. Porque tú bien sabes que no todos los que oran están dentro del reino del alma, pues ellos no conocen la orden del silencio.

 

El hombre que lleva una vida santa, que hace mi voluntad, este mora dentro del reino del alma.

 

El hombre bueno, de los tesoros de su corazón, envía bendiciones y paz a todo el mundo; en cambio los hombres malos envían pensamientos que marchitan y sacan la esperanza y la alegría y llenan al mundo de infelicidad y dolor.

 

Los hombres piensan, obran y hablan de la abundancia de su corazón y cuando la hora del juicio venga, una multitud de hombres rogarán por sí mismos y creerán poder comprar el favor del juez, con palabras. Y ellos dirán; “he aquí nosotros hemos hecho muchas obras en el nombre de Dios. ¿No hemos nosotros profetizado?, ¿No hemos nosotros curado toda clase de enfermedades?, ¿No hemos arrojado a los malos espíritus de los postergados?” Mas si aquellos sois vosotros, los que así habléis el día del juicio y yo contemple que servís dentro de mi obra; pero terminado dentro de los servicios vais al mundo y servís en otros placeres, entonces no seréis mis verdaderos labriegos y cuando seáis llamados a juicio yo como juez os diré: “No os conozco”.

 

Lo mismo que le diré a los doctores de la ciencia y a los doctores de la salud: de qué les sirve haber curado distintas y raras enfermedades, si después de estas cosas sólo viven en sus mundos de vicio y placeres, a ellos también el juez les dirá: “Vosotros servisteis a Dios con palabra mientras en vuestros corazones adorabais a la tentación. El mal no puede usar los poderes de la vida y hacer multitud de obras notables, apartaos de mí, obradores de la iniquidad”.

 

Porque el hombre que escucha las palabras de vida y no las vive, es semejante al hombre que construye su casa sobre la arena, y cuando vienen las corrientes, aquella es destruida y todo se pierde. Mas aquel que escucha las palabras de vida y en un corazón honrado y sincero las recibe y atesora y vive la vida santa, es semejante al hombre que construye su casa sobre roca; las corrientes pueden venir, los vientos soplar y las tormentas azotar sobre su casa, que ella es inconmovible.

 

Entonces en verdad os digo mis bien amados, id por vuestro camino, regresad a la ciudad a edificar vuestra vida sobre la sólida roca de la verdad y todos los poderes del mal no podrán conmoveros.

 

Tomad mi palabra para que con ella os cristifiquéis y así el mañana vosotros también, cuando habléis a las multitudes reviváis el sermón de la montaña.

 

Multitudes que estáis reunidas, habéis oído mis santas y divinas enseñanzas para que tengáis la luz suficiente y poder cumplir con vuestra misión. Caminad con paso tenue y perseverante hasta llegar al monte de la santidad y allí en el pináculo me veréis en todo mi esplendor.

 

Cuando dejéis la carne, en esos momentos mi yo divino se presentará delante de ti y entonces tú, vendrás a mi para plasmarte. Tú y yo seremos el Cristo que nos sentemos a la diestra del Padre. !Benditos séais!.

 

Días serán llegados en que los sacerdotes dejarán sus vestiduras y dejarán de serlo y todos y cada uno seréis un sacerdote de sí mismo.

 

El templo del Espíritu Santo será el corazón del hombre dado por Dios y todos dentro de sí, encontraréis al supremo rey que vibrará y este seré yo el verdadero Cristo. Y estará viviendo dentro de cada pecho y esta será mi morada y allí hablaré por la conciencia de cada hombre.

 

Mas aquel que no me ha entendido me entenderá; aquel que no me ha sentido, me sentirá y las manifestaciones del Espíritu Divino será para todos y entonces todos predicaréis la verdad.

 

Os dejo reunidos y congregados en la montaña, más caminad con sumisión y obediencia para que lleguéis de retorno a vuestros hogares en paz y deis testimonio de lo que habéis visto y oído.

 

Dejo a vosotros en vuestras manos los tres testamentos, que se componen del primero y viejo testamento; del segundo testamento escrito por mis apóstoles y el tercer testamento dado por mi espíritu divino crístico a través del cerebro de los hombres desde el año mil ochocientos sesenta y seis hasta el siglo treinta. En que la estrella de mi sabiduría divina, vendrá de lo infinito de aquellas regiones ignotas y se retratará en el lago de las conciencias de todos vosotros, para que se cumplan mis profecías, porque esta es mi voluntad.

 

Cierro con broche de oro en este medio siglo, año santo de mil novecientos cincuenta, la primera página del libro de los misterios, porque cumpliéndose está mi obra.

 

Ahora proseguid dentro del templo espiritual que no cerrará sus puertas y predicad a las multitudes con conocimiento de causa, no seáis ligeros de la boca, no sea que seáis vomitados de la boca de mi Padre.

 

Quiero, que las manifestaciones de tu conciencia estén dentro de la ley, quiero que el verbo sea en tu boca para que yo pueda bendecir.

 

Donde quiera que vayáis, dad bendiciones y por todos los lugares de la Tierra deja al espíritu de la verdad y entonces las tinieblas se disiparán y la luz brillará, los hombres verán y los demonios se echarán fuera.

 

Vosotros seréis perseguidos por mi obra espiritualista trinitaria mariana, mas no temáis, unificaos con el templo del medio día y el templo de la fe y todos los templos y así la unión hará la fuerza y vosotros venceréis.

 

Y tendréis veintidós días de cárcel y después quedaréis libres mi obra será bautizada con la persecución.

 

Más recordad que todos sois pecadores, mas a los pecadores vengo a buscar, por lo tanto os digo pueblo, seguid delante en el camino hasta triunfar y así alcanzaréis el perdón y el reino de los cielos será para vosotros en mi nombre que soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

 

Te he dado en éste día el sermón de la montaña idéntico como en aquellos tiempos, porque es la luz que ha alumbrado al mundo que cree en mí.

 

Mas como vosotros me habéis invocado, me he identificado hablándoos las cosas que están escritas en el libro de los recuerdos, ahora son muy pocos los que me escuchan, mañana serán todos los moradores de la Tierra que entiendan mi venida al mundo en espíritu, hablando por las bocas de los hombres.

 

¡Esta es la Gran Cátedra en la Montaña!, en la cual os enseño cómo debéis predicar para enseñar a los hombres a caminar y a creer en mí.

 

Dejo un mandato y este es; “estudia el decálogo de Moisés para que puedas entender los veintidós preceptos entregados por Elías el hijo del hombre a las siete iglesias.”

 

Mirad nuevamente os digo: Moisés subió al monte santo y él vio en los cielos el dedo de Dios que escribía las tablas de la ley, ahora vosotros me habéis visto videntes espiritualistas trinitarios marianos como nuevamente he sido con vosotros, así id y sed con vuestros hermanos.

 

Apóstoles del tercer tiempo, servidme de lleno, quiero plasmarme en el yo de vosotros y en cada una de vuestras conciencias, porque quiero seguir predicando mi palabra a través de los pedestales y a través de los cuerpos mediumnímicos por medio de mi mundo espiritual y por ti-pueblo bendito, también hablaré a las multitudes porque esta ha sido una vez más la voluntad de mi Padre Gran Jehová.

 

Vosotros habéis pedido al Padre Gran Jehová que la palabra del hijo siga vibrando a través del cerebro del hombre para después de mil novecientos cincuenta en delante y él os ha concedido, mas yo os digo ahora que estas cosas, ¡gloriaos!. Y vosotros glorificad a mi Padre, como yo lo glorifico.

 

Seguiré asistiendo vuestros hogares, vuestras conciencias, veré vuestras penas, seré vuestro consolador y morador en vosotros mismos.

 

El mundo espiritual, protectores de alta luz, serán con vosotros para siempre jamás.

 

Yo siempre seré Jesús, el hombre actual de todos los tiempos entre vosotros para preparar la senda y puedas llegar a mi Padre por mí, porque nadie llegará al Padre sino por mí.

 

A estos mis apóstoles, a estas facultades y a estos ruiseñores escuchad porque en ellos he puesto mis complacencias y son vasos sagrados, depositarios de mi esencia porque esta es mi voluntad.

 

Llevad el júbilo en vuestros corazones, porque el Padre no ha retenido la palabra de su hijo Jesús, Él ha oído vuestros ruegos y ha contemplado las lágrimas que habéis derramado, revocado queda pues, su mandato para que mi verbo quede entre vosotros.

 

Ahora os digo hijos míos, os apacentaréis en el templo del medio día que lleva por nombre Damiana. Oviedo el último día del año de mil novecientos cincuenta para que escuchéis mi palabra y recibáis la manifestación de mi gracia.

 

Que la paz de mi espíritu divino quede con vosotros.

 

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