Por eso, ahora quiero que sepan que nadie puede decir: "¡Maldito sea Jesús!", si está hablando por el poder del Espíritu de Dios. Y tampoco puede decir nadie: "¡Jesús es Señor!", si no esta hablando por el poder del Espíritu Santo. 1Co 12:3

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Cátedra del 15 de abril de 2007

 

 

 

  1. Alba de gracia, Domingo quince de Abril del año dos mil siete en el que te envío una vez más mi palabra, te doy la bienvenida a todo aquel que se reúne en torno a mi presencia, en torno a mi palabra, doy la bienvenida al aprisco del amor sublime de Dios; y te digo en este momento a los que te has reunido se bienvenidos, aquieta por breves momentos; entra en comunión y en verdad te digo en este día; que la paz de mi Eterno Padre llegue a lo profundo de cada corazón de los que te reúnes, vuelvo para decirte por causa mía y por causa de mi palabra, a los que en verdad te digo; que te envío mi palabra a través de tu propio entendimiento, a través de tu propio sentido espiritual.

  2. Para decirte humanidad bendita, tú; que formas parte de esa humanidad que puebla la faz de la tierra, pero que eres unos cuantos los que habéis sido entresacados de ese mundo de confusión, de ese mundo que en dormitar se ha encontrado, de ese mundo que vive en la idolatría; pero que tú, que habéis sido elegidos, que habéis sido entresacados de ese mundo; ahora vienes en representación de la humanidad que te rodea y te digo en verdad mente y corazón, de este pueblo, de esta comunidad espiritualista, tú; que conoces el propósito de mi palabra porque el tiempo transcurre y en el mismo transcurrir te he enviado mi palabra, te he mostrado La Ley de Dios. Y te he dicho que mi palabra es la luz que habrá de iluminar el sendero de tu existencia en la faz de la tierra y te he dicho que a través de esa luz que produce mi palabra seas tú, esclareciendo tu propia forma de vida y has sido convocados para que por medio de mi palabra cambie el proceder de tu propia vida que hasta ahora has llevado. A través de ese cambio de conducta, de proceder, de actitud contigo mismo, con los que te rodean, con los que forman parte de tu propia familia, primeramente habrás de dar claridad, que tus hechos, que tus obras sean transparentes, que tus palabras sean precisas; que tus hechos sean digno ejemplo a seguir, que a través de mi palabra busques normar tu propia conducta, equilibrar tus propias emociones, tu propio sentir, aclarando tu propio concepto, hacia la presencia de Dios o hacia Dios mismo.

  3. Porque, hay diversidad de conceptos, hay diversidad de sentimientos y cada uno concibes, o crees, o piensas o imaginas; la voluntad de Dios. Mas en verdad te digo que la voluntad de Dios es una sola, hay una sola verdad, hay un solo camino; porque hay un solo Dios, que lo ha formado todo; por ello en verdad en la medida de que vayas aprendiendo a caminar en el camino de espiritualidad, en el camino que te conduce hacia la suprema verdad, hacia la suprema superación espiritual, en esa misma medida irás recibiendo gradualmente el elixir, o el contenido de mi palabra que; es luz para dirigir tu vida, para reconocer fielmente el propósito de Dios; vuestro Padre. Ya no más confusión en ti, ya no más añadidura a mi enseñanza.

  4. Te pido en este día humanidad bendita que te unifiques en un solo sentir, en una sola voluntad; si es que estás en la disposición de acatar los santos mandamientos de Dios. Si es que estás en la disposición de entrar en una disciplina para ti mismo, porque ésta te habrá de permitir ver con claridad el contenido de la palabra de Dios. Mucho ha sido el tiempo en el que he derramado mi palabra y una vez más te recuerdo; Dios, mi Padre a través del Hijo que soy Yo mismo; no ha establecido horarios, fechas, o días, por ello el hombre tiene libre albedrío, en el momento justo de entrega, de limpieza de pensamiento, de palabra y obra, habrá de dirigirse a su creador y la respuesta es mi palabra, que mi palabra en verdad está abierta de tiempo completo, de tiempo constante; esperando el momento en que tú, humanidad amada estés en la disposición de ir en busca del conocimiento, esperando la bondad de Dios; que tú, humanidad reconozcas que estás sedienta de un conocimiento, conocimiento de origen divino.

  5. En el vasto mundo hay grandes hombres letrados y tenéis vasto conocimiento en lo que el mundo te ofrece; mi palabra no está en contra de los que así llevas un conocimiento; mas te recuerdo que el conocimiento, la ciencia humana tiene limite, corresponde al mundo; corresponde a los mortales; por ello debes esforzarte aún más, por sobre ese amplio conocimiento que el mundo te ha ofrecido y que tú, con tu afán has adquirido, por sobre este conocimiento debe haber, de cada uno la grande necesidad de superarte espiritualmente, de buscar un conocimiento preciso, un conocimiento de origen divino, un conocimiento que no se limita, un conocimiento que no es perecedero, un conocimiento que corresponde a tu espíritu; que te conducirá espiritualmente más allá de este plano físico en el que habitas. Por ello te he dicho, no te conformes con el conocimiento del mundo, no te conformes con lo novedoso que puedas alcanzar en este plano; sino mas bien, se el anheloso, el que busque más allá; pero te recuerdo humanidad que cuando te digo, o te hablo de un más allá simplemente quiero decirte superior al mundo en el que te desenvuelves, al nivel de tu mundo, al nivel material.

  6. Te digo, una y otra vez he dicho en mi palabra busca más allá de las estrellas, más allá del cielo azul, porque en ese más allá, en ese plano elevado, no llega el hombre con su cuerpo físico, llega con su mente y con su corazón, llega por medio de la humildad, llega a través de esa necesidad imperante dentro de si, que lo impulsa a traspasar más allá del plano físico donde habrás de contactar mi presencia, mi palabra, mi orientación; pero en ese más allá del que te hablo, en ese plano superior. Así como en este mundo un hombre se dirige a determinado sitio, o a determinada empresa, o sitio alguno; en el vasto mundo, ahí encontrarás diversas ideas, diversas opiniones encontradas y si no eres astuto, y si no eres sabio y si no estás actuando de una manera consciente serás sorprendido. Lo mismo ocurre en ese plano superior donde existen gran diversidad de seres que han abandonado este mundo y que simplemente se encuentran en otro plano. Pero si tú no has analizado, no has despertado el don de la razón espiritualmente, puedes confundirte y pueden estos seres darte ideas equivocadas para desviarte del camino, qué ocurre en tu mundo humanidad amada; vuelvo a basar mi palabra en tu propio ejemplo, en tu propio diario vivir, en los momentos que cada uno vive; o te toca presenciar, cuando uno de ustedes por la razón que sea llegas; dices a las altas autoridades terrenales para gestionar, para encontrar solución a algunas de las vicisitudes que te acontecen; llegas tú, queriendo encontrar a la persona indicada que dé solución precisa, pronta a tus necesidades, pero para que llegues a esa persona indicada, te estoy hablando en tu plano material, tendrás que ser cuestionado por diversas autoridades inferiores o distintas a quien realmente tú, vas buscando ¿no es así humanidad bendita en tu plano material? Cuántos antes de que llegues tú, a la autoridad indicada o a la autoridad competente, tienes ofrecimientos de autoridades menos competentes con el propósito de brindarte ayuda y qué ocurre aquí en tu mundo, eso tu lo sabes. Pues bien para llegar a contactar o a sentir, a percibir la presencia de vuestro Padre, o de los verdaderos siervos de Dios; tendrás que ser sorprendidos, interrogados, convocados por diversos seres de pequeña, de inferior luz y claridad.

  7. Por ello en el momento mismo que los espiritualistas son convocados a ascender espiritualmente son distraídos, son desviados por diversas corrientes; por ello te digo mantente alerta, no vaya ser que aquellos seres solo estén allí para confundirte o desviarte, no; debes tú perseverar, debes tú llevar claridad en tu mente, que ésta no esté turbada, es decir; que no esté en pequeña o gran confusión, que en tu corazón haya verdadera paz, que en tu propio sentir, se haya transformado en un sentir de búsqueda, de gratitud hacia vuestro Padre; que te ha dado la vida. Y la oración, y tu entereza, te guiarán, te llevarán; a tocar la puerta y encontrar respuesta a tu inquietud, a tu necesidad; cuál es esa búsqueda, cuál es esa inquietud, esa necesidad espiritual; el conocimiento de origen divino, hasta acatar plenamente La Ley de Dios. Recuerda que la autoridad justa te corrige y la autoridad con bajo poder solo halagará tus hechos; por ello tendrás que reconocer donde La Ley de Dios te corrige. La Ley de Dios te hace reconocer que te has equivocado, que has cometido grandes errores, grandes faltas a esa Ley que es La Ley Suprema de Dios y por ello te guiará en tu vida espiritual, en tu camino espiritual. Pero aún por sobre todas estas cosas y estas obras; debes tú ser constantes, debes tú ser precisos, mantenerte siempre alertas para que no seas sorprendidos por seres que si no están en contra de La Ley de Dios; simplemente desvían tu atención despojándote de tu débil fe, de tu débil ánimo, hacia alcanzar la gracia de Dios y es cuando escuchas o sientes, humanidad bendita un mensaje florido, de bellas palabras, un conocimiento novedoso, eso te lo dan los seres de un nivel inferior, superior al hombre, superior al ser humano; pero inferior y en contra de La Ley de Dios. Por ello te digo ya no más agregados a mi palabra, ya no más confusión a ese mundo que te rodea.

  8. La confusión por si misma llega, lo novedoso por si mismo llega, sin esfuerzo del hombre; mas para las cosas de origen divino implica esfuerzo y tal vez sacrificio para el ser humano, sacrificio cuanto a que el hombre, el ser humano, ha llevado habitualmente una forma de vida por mucho tiempo, al dejar esa forma de vida, que hasta ahora ha llevado y cambiar su proceder implica para este espíritu y corazón, implica sacrificio; pues bien será un pequeño sacrificio que para ti; tal vez sea muy grande, mas te recuerdo que cuanto mayor sea tu esfuerzo o mayor sea el sacrificio que realices por alcanzar la sabiduría de Dios, mayor mérito hay para ti; entonces dice el ser humano vale la pena el sacrificio. También te recuerdo; busca, trata de que detrás de cada sacrificio haya recompensa, porque el ser humano tal vez lleve a cabo grandes sacrificios; pero solo estos son, sin obras, podrá el hombre martirizar su cuerpo suspendiendo el alimento, suspendiendo el qué vestir, o el que cubrirse, o tal vez hiriendo su cuerpo, tal vez el hombre en su afán de obtener salvación u obtener perdón de Dios; tal vez caminará descalzo, lastimará sus pies, lastimará su cuerpo, con el propósito, la intención, de ser grato a la presencia de Dios. Pero si sus obras, si su proceder como esposo, como esposa, como madre de familia, como padre de familia. No actúa de acuerdo a La Ley de Dios; qué sentido tendrá su sacrificio. Por ello te digo cuida que detrás de cada sacrificio haya recompensa, te digo con esta palabra que tu sacrificio no sea en vano; más válido es si tu sacrificio es; por un cambio de actitud.

  9. En la medida que el tiempo ha transcurrido el humano ha establecido sus propias leyes y cada ser humano ha establecido su propia ley. Su propia ley haciendo uso de una autoridad como mejor ha sido de su agrado, el ser humano ha transgredido La Ley de Dios; porque Dios estableció una Ley, dio mandamientos; en los que debe de basar su vida el ser humano. Hoy en día el hombre ha modificado esa Ley, ha ignorado La Ley de Dios. Y ha hecho valer su propia ley; en esta parte de mi palabra a ti, te toca analizar desde qué punto en tu vida has hecho cumplir tu propia ley; ignorando La Ley de Dios. ¿Por qué?, porque ahora el hombre ha descuidado su cumplimiento como hombre; primeramente el cumplimiento a La Ley de Dios, la propagación de la palabra de Dios; hablar del plan, del propósito de Dios a la humanidad; a la esposa y compañera del hombre, ha usurpado un sitio. Ve humanidad si no ha sido el hombre, el que ha establecido su propia ley, y vive dando cumplimiento a su propia ley, a su libre albedrío. Si esta humanidad acata La Ley de Dios; para esta humanidad implica sacrificio, será más valido y grato delante de Dios; ese sacrificio por el solo hecho de acatar La Ley Suprema de Dios. Ve humanidad, dices que para acatar La Ley de Dios, como de principio dices tú; que tendrás que voltear el mundo y que tendrás que modificar todo, no, no implica cambiar todo; solamente tu voluntad, será la que habrá de modificarse para establecerse de acuerdo a La Ley de Dios.

  10. Pues bien también te habré de decir, de acuerdo a La Ley de Dios. El hombre en su anhelo, y en su afán, ha hecho modificaciones en mi palabra, en mi mensaje; y te recuerdo ahora que eres responsables de lo que recibes, eres responsables ante la humanidad. Porque tú, vienes en representación de la humanidad; por ello te diré una vez más unificate. Mi palabra viene a unificar a los que están en la disposición de seguir fielmente el cumplimiento a la misma. Pero también te recuerdo que hará la división entre los que están en contra de mi palabra, por ello tiempo atrás pude haber dicho, que mi presencia, y mi mensaje, mi palabra, sería motivo de división entre las familias; porque en una familia habrá quien ame mi palabra y amará a mi Padre; habrá quien esté en contra de mi palabra y se volverá en contra de mi Padre y entonces; ahí será la división; pero no la división en los que están en la disposición de llevar el seguimiento, y la obediencia, para el cumplimiento a mi palabra. Porque mi mensaje no es diferente entre el espiritualista, el cristiano, el adventista; en verdad te digo, no te habré de mencionar la denominación, nombre que tenga cada grupo, tú los conoces solo te digo que todos estos grupos, que esta humanidad busca estar sujeta, o vivir de acuerdo, a La Ley de Dios, mi Padre. Entonces entre ellos mi mensaje no es diferente, mi mensaje es el mismo. Mi Padre no ve esa división, Él no hace esa división, es un puñado de corazones que está aquí y otro que está en un punto opuesto, o distante; pero que el propósito es el mismo. Por ello te hablo de la unificación, que no hagas división creyendo que por el nombre que lleva el grupo a que perteneces, es mayor o es inferior, no en verdad. Quien es mayor y quien está ubicado en la justa dirección; esto lo conoce y decide mi Padre. A vosotros corresponde, te decía tiempo atrás que veas trabajar a las abejas, que veas trabajar a los seres más pequeños que caminan por la tierra, las hormigas, todos hacia una misma dirección, trabajando como si fuera uno solo, en conjunto, las abejas trabajando arduamente para una sola causa.

  11. Humanidad bendita ¿por qué? Es que has hecho tú la división, acaso no todos buscas ser gratos a la presencia de Dios; acaso no todos buscas alabar la bondad de vuestro Padre que está en los Cielos; entonces ¿por qué? Sientes, piensas, o crees, que eres unos mejores que otros; deja en verdad de valorar o de poner un calificativo a tus hechos. Unificate con el que está trabajando arduamente, únete si eres débil en tu fe, si tu escaso conocimiento espiritual te impide avanzar al mismo paso, ve en secuencia, es decir; unificate, sigue la misma dirección, pero ¡eh de ahí! que debes mantenerte alertas, siempre astutos espiritualmente para que no seas sorprendidos en el camino como te he dicho; sino más bien lleves tú, la claridad, seas tú, una mente centrada y consciente. Te he dicho también que seas astutos, que seas mansos, debes actuar con mansedumbre en el momento justo y debes también actuar con astucia, con autoridad, en el momento justo. Por ello se te ha dicho no hagas mal uso de la autoridad que se te ha encomendado, que se te ha otorgado, porque solo con autoridad podrás cumplir la encomienda que se te ha hecho a cada uno. Te recuerdo dentro de La Ley, y del amor de Dios está la corrección, disciplina; para todo aquel que habrá de entrar en el conocimiento y llevar luego el cumplimiento a La Ley de Dios. Por ello es necesario que seas en hermandad, en unificación.

  12. El momento preciso es en el que debes de hacer un frente común ante la humanidad, ante la confusión del mundo, ante la dureza de la misma humanidad, pero solo unidos. Te he dicho a través de mi palabra, todo reino desunido se debilita, mas en verdad una edificación con firme cimientos perdurará. Así tú, que eres parte de la humanidad, ¿por qué? Ese rechazo de los unos hacia los otros, ¿por qué? Eres o te es indiferente tu hermano que basándose en los escritos lleva mensaje de paz y de libertad, a la humanidad, ¿por qué? Entre vosotros, ¿por qué, no? Has logrado humanidad bendita establecer la paz a tu alrededor, no has logrado ni siquiera en tus propios hogares. Te he dicho no busques reunir multitudes, no seas aquel que diga, me voy aquel otro lugar, donde veo grande multitud, es porque ahí está la verdad, es porque ahí recibe el trato justo. Yo te diré y quién eres tú para saber cuál es el trato justo; deja que esto Dios lo decida, vuelvo para decirte; no busques donde hay multitudes. Integrantes de las casas de oración mantente unidos, acaso has olvidado ya; que en aquel tiempo los discípulos elegidos por mi Padre a través de mi, en uno de ellos también llegó la oscuridad y envolvió su corazón, turbó su corazón, no lo olvides. Lo mismo puede ocurrir contigo integrantes de las casas de oración, mantente alertas, cuando existe la rivalidad es porque la oscuridad está invadiendo tu propio espacio en tu mente y en tu corazón, alerta, rechaza; por ello te he dicho haz una limpieza en tu propio interior, y consérvala, limpieza espiritualmente y así; mientras dices que tú eres mejor que el cristiano, que el católico, que otro grupo; estás perdiendo el tiempo; lucha, y trabaja, te he dicho como obreros en mi obra, en mi enseñanza. Te he dicho la obra es lo que mostré, lo que te dejé de humildad, de lealtad, de entrega.

  13. Yo dije a la humanidad, que el hijo de Dios no venía a ser servido por los demás; sino venía a servir, ¿por qué? Te dije que venía a servir. En el momento que dije esta palabra no me comprendiste, venía a servir porque fue el medio para obtener la libertad para la vida en la humanidad. Te dí muestra de humildad, te dí muestra de servicialidad, te dí muestra de lealtad; entonces cómo dices que amas mi enseñanza cuando no estás dispuestos a ser corregidos en tu conducta, en tu actitud. Te pido analices, te pido reflexiones, porque mi palabra se derrama cada día; el conocimiento se vierte de diversas formas en toda la humanidad, pero eres tú, la cabeza de cada iglesia, dirías tu, de cada religión, Yo te digo; la cabeza de cada iglesia, el jefe de cada iglesia; eres tú, quien ha puesto la división creyendo estar mejor, creyendo ser los únicos que llevas la verdad, la verdad aún no es absoluta en el ser humano; la única verdad corresponde al dador de la vida; la verdad absoluta, considérate tú colaboradores de la enseñanza, de la Iglesia, que es mi palabra, que es mi enseñanza, y como tal ni uno será más, ni el otro será menos; ¿por qué, no? El cristiano, ¿por qué, no? El Pentecostés, ¿por qué, no? El adventista, ¿por qué, no? El espiritualista, se toman de la mano y guían a la humanidad, ¿por qué, no? Te unificas, acaso Dios tiene predilectos; no en verdad. Te exhorto a ti espiritualistas, que tienes la grande dicha de contactar mi mensaje, mi palabra, mi presencia luz, mi presencia espiritual, a través de los sentidos y dones de tu espíritu. Recuerda que soy luz, que soy espíritu, y que por medio de mi palabra alimento a los espíritus, por medio de mi palabra dirijo la vida de la humanidad.

  14. Pero has sido tú, humanidad; quien no ha estado en la disposición de seguir la conducción de mi palabra, de mi enseñanza, qué esperas en los tiempos venideros, si continúas en división, si continúas dormitando, soñando y creyendo, que eres el que justamente tiene la razón, no en verdad. Yo te exhorto que te unifiques, que te fortalezcas de los unos hacia los otros; cabezas de la Iglesia del Señor, unifícate, fortaleceos de los unos hacia los otros basándote dentro de los lineamientos de La Ley de Dios; no hay otra Ley que seguir, no hay otra enseñanza que llevar, no hay un Dios diferente a quien seguir, no hay otro Dios a quien alabar o de quien esperar; hay un solo Dios dador de vida y todos tendréis que tomar la dirección que conduce a Él y de acuerdo a vuestras obras será la recompensa. Nuevamente te recalco pueblo amado, pueblo espiritualista, que así te haces llamar ante la humanidad y que como tal serás respondiendo en aquel gran día. Se te ha convocado a que prepares los sentidos de tu espíritu con los cuales habrás de percibir el mensaje, la palabra de Dios. La palabra que habrá de hacer vibrar el corazón de la humanidad, ese corazón endurecido de la humanidad, tú que tienes la grande oportunidad de ser el intérprete de mi palabra, de mi pensamiento, eres tú el conducto, el instrumento. Te he dicho de diversas formas eres tú; la copa donde habrá de contener, o habrá de llevar el elixir de mi palabra, esa copa es tu mente que habrá de estar respaldada por el sentir de tu corazón, por la sed de tu espíritu, reconociendo la necesidad ardiente que existe en la humanidad que te rodea; ya no dejes que la humanidad se disgregue como ovejas sin pastor. Eres tú el pastor de las ovejas; te he dicho que mi palabra no es novedosa; mi palabra siempre será la misma de principio a fin, de todo lo existente en el vasto mundo.

  15. El mundo, la humanidad, los planetas, dejarán de existir; mas mi palabra seguirá iluminando a lo existente; por ello apégate a esa verdad imperecedera, a esa verdad pura y no busques en el concepto de los hombres, de los humanos. Humanidad amada de diversas formas te he dado ejemplos diciéndote que si un padre de familia tiene tres o cinco hijos, ¿acaso a uno, o a dos de ellos no los querrá, no les dará el alimento, los rechazará? Si, siendo tú, humanos de corazón duro, duele en tu corazón lo que acontece a tu hijo por necio y desobediente que sea, llegado el momento en que el más desobediente de tus hijos cuando tiene una grande necesidad, un gran apuro; estarás ahí para decirle hijo mío no te preocupes estoy contigo; ¿no lo harás así pueblo amado? Entonces ¿por qué, piensas tú? Que Dios solo amará al espiritualista, ¿por qué, piensas tú? Que el Hijo de Dios, que soy Yo mismo solo tengo brazos para el espiritualista; no en verdad. Dios mi Padre en su bondad omniabarcante ama a todos por igual. Por ello te he dicho siempre: Unifícate es tiempo en el que no solo debes estar unificados los espiritualistas; sino unificado todo aquel que está en la disposición de llevar el cumplimento a La Ley de Dios. ¡Qué sabes tú, Humanidad bendita! Si allá en distintas partes del mundo puede encontrarse un corazón que se está esforzando igual que tú, por hacer las cosas que le agradan a Dios, por llevar una vida recta, por llevar una conducta recta, también a él lo debes amar y te debes unificar. Ve en verdad el tiempo que estás viviendo, estás en el atardecer y justo es que hagas conciencia y que reflexiones ahora, no en el momento retardado, es ahora cuando debes preocuparte por las cosas que acontecen en tu mundo.

  16. Te he dicho, sois tan duros de corazón que no te duele lo que le acontece aquel de tu hermano de lugares lejanos porque no es de tu sangre, has pensado que si estuvieras tú o alguno de los tuyos en ese mismo sitio donde el dolor, donde la incertidumbre, donde el hambre, hace mella en el corazón de la humanidad; acaso espiritualistas Yo os he dicho tiempo es, que muestres el estandarte de verdadera hermandad, de verdadera pureza de espíritus y de hechos, para poder rescatar a la humanidad y te preguntarás que; cómo habrás de levantar el estandarte, será por medio de tu oración en comunidad, de tu oración constante, continua. ¡Ah humanidad, el mundo, las cosas que el mundo te ofrece atraen tu mirada, absorben tu atención! Mas a mi palabra le das la espalda, mas a mi palabra que te viene a ofrecer una nueva vida, un nuevo amanecer, rechazas mi palabra; dormitas durante mi palabra, dices que no la comprendes, dices que es muy difícil, dices que no tienes tiempo ahora, dices que eres un hombre ocupado. ¡Ah hijos amados! ¿Por qué? Aún habiendo escuchado tantas veces por diversos entendimientos mi palabra, no habéis sido capaces de ponerla en obra, siempre te justificas teniendo la razón, ¡ah hijos amados, hasta cuándo cerrarás tus ojos a esa atracción del mundo y pondrás tus ojos, pondrás tu mente y tu corazón, en mi palabra!

  17. Humanidad bendita, te he dicho por distintos portavoces: Te necesito pueblo, ¿por qué te he dicho esta palabra que tú no has comprendido? Te necesito alertas, te necesito unidos, te quiero trabajando, velando por el mundo, no te quiero dormitando placenteramente; acaso no tenéis el ejemplo de mis discípulos amados, ¡ah humanidad bendita! ¿Por qué, tanto temes que enferme tu cuerpo? ¿Por qué, tanto temes que te falte un miembro de tu cuerpo? ¿Que no sabes, que es mejor que ahora pierdas un brazo, una pierna, un ojo, pero que tu espíritu sea rescatado a la gloria de mi Padre? De qué servirá entonces; que el hombre cuide tanto esa caja vacía, esa tumba vacía, que es tu propio cuerpo, si no cuidas lo interno de ti. ¡Ah humanidad bendita, de qué manera has propagado espiritualistas mi palabra, esforzándote, por llevar un conocimiento basado en hombres, conocimiento vano; en qué te has ocupado esforzándote para curar el cuerpo de tu hermano! ¿Por qué, no te interesas por su espíritu? Por ello se te ha dicho que aún no has comprendido el valor de la vida, de la vida del espíritu, porque la vida proviene de Dios; y lo que tiene vida es tu espíritu; mas no tu cuerpo. Cuando tu espíritu pierda la vida; entonces todo estará perdido, todo quedará inerte. Te he dicho pueblo amado, te he dicho espiritualistas: ¿Por qué? Dejas que esa casa que Dios, mi Padre formó con gran amor, esa casa, que es tu mundo, que Dios dibujó, dibujó altas montañas, dibujó y trazó grandes y hermosos ríos, grandes cascadas de agua, bellas corrientes de agua, que te ha manifestado en verdad el esplendor del arco iris, que ha hecho brillar las estrellas, para demostrarte su bondad y su amor; ¿Por qué? entonces tú, humano amado dejas que esa casa se destruya, que esa obra se desmorone paso a paso, lentamente, y en otros puntos a pasos agigantados, y tú cruzado de brazos y tú dormitando profundamente.

  18. ¡Ah humanidad amada, que solo esperas tener reconocimiento de los demás, que quisieras ser el primero; o el único ante las religiones! Mas en verdad te digo: Espiritualistas, guíate delante de Dios. Cambia la página de tu propia existencia, de tu propia forma de vida, pon una página en blanco en tu vida donde se escriba mi palabra y te dejes guiar a través de ella, porque mi palabra te lleva a la salvación, te lleva a una vida futura, a una nueva vida. Mi palabra siempre te habla de un nuevo amanecer, de una esperanza para ti humanidad bendita. ¿Por qué, has olvidado la promesa de vuestro Padre para contigo humanidad bendita? Se te fue anunciado que se levantarían grandes hombres diciéndote que son profetas, profetas del tercer tiempo, y otros te dirían que son el Cristo; el Cristo renovador de vida. Óyelo bien pueblo amado: ¡Ay de ti, ay de ti, si te dejas envolver, porque mira en verdad, que mi enemigo está envolviéndote cada vez más, te está dominando y está haciendo la división entre las casas de oración! ¿Por qué, no? amas y perdonas aquel que te ha ofendido, ¿por qué, no? Sigues únicamente lo que te indica mi palabra.

  19. Dentro de La Ley de Dios habrá grande reprensión, dentro de La Ley de Dios habrá grande dicha, habrá grandes reconocimientos, en verdad te he dicho; ama a Dios, mi Padre. Ama y alaba a Dios, tal vez en secreto porque la recompensa será en público; qué te doy a entender con esta palabra, la recompensa estará en la salud, en sus bendiciones, para ti y para los tuyos, no siembres equivocadamente si es que en verdad amas a los tuyos. Cuánto amas a tus descendientes, por amor a ellos lucha y apégate a mi palabra, siembra en ellos, esa semilla de amor, esa semilla que produce sabiduría en la mente del hombre.

  20. Humanidad amada es tiempo, te he dicho; que seas como uno solo, que lleves un solo lenguaje y ese lenguaje será la humildad, la obediencia, se uno solo entre los miles, se uno solo, entre las grandes multitudes, pero se humildes, se perseverantes, lucha, trabaja arduamente; para los tuyos y posteriormente da ejemplo en tu familia, a las familias que te rodean, cuán difícil es me dices, pero si tú insistieras y que tu oración brotara de lo profundo de tu corazón y de tus sentimientos; entonces en verdad tu suplica llegaría al divino oído de mi Padre y tendrías respuesta; grandes testimonios te ha dado El Padre, de su infinita bondad, grandes pruebas te ha dado de su poder; recuerda que la palabra de Dios es vida, una palabra que habrá de levantar y habrá de resucitar al moribundo. ¡Ah humanidad que tan pequeña es tu fe, que solo te interesa espiritualistas; dando información a la humanidad sobre alimentación, ofreciendo tónicos de vida prolongada para el mundo; ah humanidad, cómo serás a responder en aquel gran día ante mi Padre, no es acaso que debes de llevar el único y verdadero tónico, de alimento, elixir de vida eterna, al enfermo, al débil, al desprotegido! El elixir, el tónico de vida, no tiene precio, no se vende pueblo amado. Esa es la encomienda que se ha entregado al espiritualista, que propague la palabra de Dios; al niño, al anciano, al joven; a todo ser humano y entonces; estarás aprendiendo a valorar la verdadera vida y única vida del espíritu. ¡Ah humanidad amada aún distantes estás bajo el amparo de mi palabra, te he convocado, te he llamado, una y otra vez; te hablo de la humildad, te hablo de la unificación!

  21. Hijos amados no te reprendo por medio de mi palabra porque más bien te digo; que solo La Ley de mi Padre reprende, Yo he sido; El que ha intercedido ante mi Padre por ti, humanidad bendita, por ello te digo que aún estás tan alejados, te he llamado, te he convocado, a ser partícipes de mi palabra, de mi enseñanza, y por dondequiera que vayas, no seas como el hombre común que hable a los cuatro vientos, se el hombre, se el ser humano, silencioso y pasivo, que solo hablen tus hechos, tus obras, lo que has comprendido de mi palabra. Esa verdad que va dentro de ti, no la calles, esa verdad demuéstrala con hechos, porque es más meritorio, es más grato delante de Dios; cuando por medio de tu actitud; ¡ah hombre amado que te has acostumbrado a hablar mucho, pero que no das a entender nada! Te he dicho; no hables como hombre, habla como espíritu, tu palabra será corta, será breve; pero será precisa; pero brotará de tu corazón, inspirado por la gracia de mi Padre. Ve, vuelvo para decirte; el mundo como se desune, como se va devastando paso a paso y dirás que quieres ver físicamente que el planeta tierra se devaste o se destruya para creer, ¡ah hijos amados que eres como aquel que dijo: Que mientras no entren sus dedos en el costado de Jesús, no dará por hecho su presencia! Así eres tú, quieres ver que ese pedazo de tierra donde habitas tú se hunda, desaparezca, para poder creer; pero que no te das cuenta que cuando eso ocurra, ¡ya no podrás ser rescatados! Que no te das cuenta que día a día para muchos de la humanidad ha terminado su existencia en el mundo y para ellos el mundo ha terminado, por ello te digo mantente alertas, ora fervientemente por la humanidad que te rodea, eres los hermanos mayores de la humanidad. Un hermano mayor toma de la mano a los demás y si es necesario corregirlos, lo hace para beneficio del que habrá de ser corregido, pero hazlo basado en La Ley del Señor, no hables solo por despecho humanidad amada antes básate en la palabra, en La Ley de Dios.

  22. A vosotros que me escuchas dentro de estas cuatro paredes en este bendito día, estoy avivando la fe, avivando la flama en tu corazón, diría el hombre; cuando su linterna está por apagarse, o cuando una vela está por apagarse, habrá de despabilar para que renueve y encienda el fuego, el que tenga en sus manos una lámpara habrá de dar combustible para que ésta persista, ese combustible lo propicia mi palabra; estoy aquí para encender, para avivar la flama de fe en cada corazón; por ello te dije al inicio de mi palabra: Que la paz de mi Eterno Padre llegue a lo profundo de cada corazón; mi palabra llegue a cada mente, esfuérzate pueblo amado, porque muchos sois los que me escuchas, pero muy pocos sois los que me entiendes. Si hubieses comprendido ya el propósito de mi palabra, tu conducta sería otra hacia la humanidad, tu mundo empezaría a ser iluminado por la paz, por la luz, que tú mismo habrás de generar con el conocimiento de mi palabra, pero no ha sido así; porque aún no me has comprendido, no has comprendido el propósito de mi palabra. Cuánto en verdad quiero decirte, pero poco es lo que pondrías en obra. Ahora te digo que los que me escuchas; ve y comparte mi palabra con la humanidad, esa humanidad que se afana por curar simplemente su cuerpo; el cuerpo llegado el momento dejará y retornará al sitio; mas tu espíritu que es obra de Dios, seguirá; por ello a esta parte espiritual mi palabra se vierte cada día, por ello tiempo atrás te dije come y bebe de mi palabra, no me comprendiste, esta es mi palabra de la que debe beber tu espíritu y comer para despertar hacia la vida eterna. Humanidad bendita en el reino de los cielos hay una gran mansión que está en tu espera; busca conducirte por el único camino, señalamiento; que conduce a aquel sitio, aquel lugar, y no dejéis o no pierdas la oportunidad que Dios en su bondad te ha otorgado a cada uno.

  23. Así concluye mi palabra en este bendito día; Yo entrego preparando en este momento en verdad te digo amado pueblo; que cuando hay entrega de corazón, de mente y de sentir; todo quedará preparado, todo quedará bendecido, en todo quedará vertida la gracia del espíritu santo emanación divina del Dios Viviente. Sea mi paz vuelvo para decirte, en cada corazón; sea mi luz en cada mente. Así os dejo en unificación y te digo, hasta nueva alba.

 

 

 

CJ15042007GVS

 

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